martes, 27 de abril de 2010

ESE MALDITO ISRAEL


Este Maldito Israel
Publicado por Marcos Aguinis
La nación  26 de Abril  2010
La sistemática descalificación del Estado de Israel se ha convertido en una moneda corriente tan grave como la descalificación de los judíos que hizo el Tercer Reich para cometer el Holocausto. Así como algunos fanáticos piden ahora un Medio Oriente Israelrein ('limpio de Israel'), los nazis querían un mundo Judenrein ('limpio de judíos'). La misma mecánica. En ambos casos se procura señalarlos como indeseables, criminales, y hasta como bacterias infecciosas. Dicen que es necesario exterminar ese "cáncer" (Israel, ahora; todos los judíos, antes) como medida de higiene, para que haya paz, para conseguir justicia, para bien de la humanidad. La mayor parte del mundo cree en esas diatribas o duda, o se mantiene indiferente, o es cómplice. Antes de 1939, Hitler promulgó suficiente cantidad de "leyes raciales" que invitaban al más remiso para hacer desaparecer judíos. No hubo una eficaz repulsa a semejante atrocidad. Y la atrocidad pudo llevarse a cabo sin dificultades. Ahora, cualquier ojo informado puede advertir la doble vara con la que se mide a Israel, exagerando siempre sus errores y, al mismo tiempo, dejando al margen sus virtudes. Martilla el concepto de que Israel es culpable, porque bogue o porque no bogue, convertido en victimario despreciable e irredimible, eterno. Por consiguiente, debe ser borrado del mapa, como proclama un jefe de Estado sin que las Naciones Unidas le exijan retractarse siquiera.

Se cumplieron 62 años de la independencia israelí.

Voy a ser políticamente incorrecto -ya me acostumbré al rol- y señalaré los méritos de Israel. Sólo los méritos. Sus defectos ya inundan la prensa y los corrillos.

Es uno de los países más pequeños, con la milésima parte de la población mundial. Fue desértico en la mayor parte de su extensión. No tiene recursos naturales. Está rodeado por un vasto cerco de acoso permanente. Debe mantener activo un ejército popular integrado por sus ciudadanos para defenderse de día y de noche, todos los días y todas las noches. Padece conflictos interiores debidos a su gran pluralidad. No obstante, mantiene la admirable calidad de su sistema democrático y se ha convertido en una potencia científica, cultural y económica. Da envidia. Y, en gran parte, esta envidia genera odio.

Veamos algunos hechos.

Su población alcanza a los siete millones y medio de personas, de las cuales un 20 por ciento son árabes que llegan a intendentes, diputados, académicos y ministros. Un vicecanciller israelí fue árabe musulmán y visitó la Argentina en tal carácter.

Pese a la amenaza de sus vecinos y la tensión generada por los mártires místicos asesinos (acertada definición de Carlos Escudé), la esperanza de vida actual trepa a los 81 años, muy por arriba de la media mundial, que se queda en los 67 años. Supera a Inglaterra, Estados Unidos y Alemania. Más del 60 por ciento de los ciudadanos se sienten satisfechos o muy satisfechos por la calidad de vida, pese a las obvias dificultades que genera la tenaz amenaza de algunos países y organizaciones terroristas.

El desarrollo científico y tecnológico alcanzado coloca a Israel entre los países más progresistas del orbe. No mezquina en invertir en este rubro. Tiene la mayor proporción de ingenieros per cápita del mundo entero. Su creación de patentes es asombrosa. Basta hacer algunas comparaciones: de 1980 a 2000, se registraron 77 patentes egipcias y 171 saudíes en los Estados Unidos, frente a 7652 israelíes. En esa catarata de patentes sobresalen las que mejoran los equipos médicos. Sus hospitales brillan por la excelencia y en ellos son pacientes, médicos y jefes de equipo tanto los judíos como los árabes, sin discriminación alguna.

Israel ha sido reconocido como uno de los ocho únicos países con capacidad de enviar un satélite al espacio. Produce más papers científicos per cápita que cualquier otra nación del globo. Está a la cabeza de las compañías valuadas en el Nasdaq, con la excepción de Estados Unidos; más que toda Europa, India, China y Japón combinados. En proporción con su población, Israel desarrolló el número más grande de compañías de emprendimientos (start-up) tecnológicos del mundo.

Pocos prestan atención al hecho de que es un país más seguro que Suiza, por ejemplo. En sus calles, el promedio de asesinatos anuales es de 1,8 por cada 100.000 personas. En tierras helvéticas, la cifra llega a los 2,3: en Rusia supera los 16, y en Sudáfrica se acerca a los 40. La mayor parte de los heridos y muertos son consecuencia de los ataques con misiles que lanzan las organizaciones terroristas desde los territorios que Israel ha evacuado.

El viceprimer ministro, Dan Medidor, acaba de formular una síntesis. Dijo: "Debemos estar muy satisfechos en este 62º aniversario de la independencia. En el desierto, en una tierra sin recursos naturales, construimos un Estado con gran fortaleza, vitalidad y excepcionales logros en ciencia, cultura, medicina, agricultura, economía y altas tecnologías. Afrontamos amenazas graves en una zona que siempre fue hostil. Nuestro gobierno debe reflexionar con sentido común y actuar. Y no siempre a nivel militar".

El Estado ofrece, por ley, prestaciones de asistencia social, subsidios, servicios médicos, pensiones, educación, infraestructuras y demás beneficios sociales a los 250.000 palestinos que viven en la zona oriental de Jerusalén, los mismos de los que disfrutan los demás ciudadanos árabes del país.

Es la única nación en la historia de la humanidad que logró hacer revivir una lengua que no se hablaba. El hebreo bíblico, la lengua que se utilizó durante los dos primeros Estados judíos que existieron en ese territorio, se ha convertido en un instrumento que permite expresarse a poetas, novelistas, científicos, periodistas y políticos, con una riqueza que conjuga las maravillas del pasado con los desafíos del presente.

Desde su independencia, ha obtenido más premios Nobel per cápita que cualquier otro país del planeta.

Un fenómeno impresionante es la obsesión israelí por forestar su suelo. Desde antes de la independencia, funcionaba un fondo destinado a plantar árboles. Por esa razón, cuando en 1947 las Naciones Unidas propusieron la partición de Palestina -por entonces dominada por los británicos- en un Estado árabe y otro judío, a este último le asignaron casi todas las zonas áridas. Israel planta árboles con una obsesión febril.

Conmueve observar las alfombras verdes que se dilatan en colinas y planicies que habían carcomido la erosión y el abandono. En muchas partes, ahora existen frondosos bosques y hasta ha comenzado a modificarse el clima. Desde hace décadas, es tradición que los homenajes se traduzcan en plantación de árboles, no en monumentos. Allí, para mantener la memoria, por cada muerto se planta un árbol o un bosque.

Israel creó el único sistema colectivista democrático de la historia, por el cual se puede entrar y salir sin restricción alguna. Me refiero al kibutz.

Se fundaron y prosperaron cientos de aldeas conforme a ese tipo de vida. La mayor parte de los padres fundadores del Estado nacieron, vivieron o se formaron en algún kibutz. Casi el 93% de los hogares en Israel utilizan la energía solar para calentar el agua. Es el porcentaje más alto del mundo, y se trabaja con entusiasmo en la creación de otras energías alternativas. La falta absoluta de petróleo y otros recursos naturales exige fortificar la imaginación. Golda Meir solía criticar a Moisés: "Habiendo tanto petróleo en la zona, ¿tuvo que encajarnos en el único rincón donde no existe una gota?".

Desde hace décadas, Israel atrae una enorme cantidad de inversiones extranjeras. Son las más grandes del mundo, si se las mide per cápita: 30 veces más que Europa.

Desde antes de la independencia, puso el acento en la cultura y el conocimiento. En Jerusalén fundó una prestigiosa universidad, con el compromiso personal y apasionado de Albert Einstein. En Rejovot erigió el primer centro de investigaciones científicas de Medio Oriente y en la ciudad de Haifa, el imponente Tecnión. Ahora funcionan seis universidades de reconocidos méritos y se han formado cuatro Silicon Valleys.

Así como hubo ceguera ante el absurdo que publicitaba el nazismo sobre el carácter de "raza inferior" o "raza infecta" que constituían los judíos, hay ceguera respecto de las virtudes impresionantes de Israel. Como referencia final de este artículo, que podría alargarse con más datos, mencionaré los formidables movimientos por la paz que desarrollaron sus habitantes y dirigentes, muy superiores a los que se formaron (¿se formaron?) en todo el resto de Medio Oriente. Quedaría para otra ocasión analizar por qué se quedaron sin fuerzas.

A ese "maldito Israel" pretenden borrar del mapa. Prometen que, sin su existencia, todo funcionaría mejor, así como los nazis prometieron que el mundo funcionaría mejor sin judíos. Es tan evidente el grotesco, que ni cabe perder el tiempo en una refutación.

miércoles, 10 de marzo de 2010

El terremoto de Chile no pudo con la ...

El terremoto de Chile no pudo con la popularidad de Bachelet

Había planeado que sus últimos días en el poder estuvieran salpicados de actos celebratorios, homenajes, inauguraciones. La naturaleza, sin embargo, le reescribió la agenda oficial a la presidenta de Chile.

El jueves 11, Michelle Bachelet dejará el palacio de La Moneda tras hacer frente a la peor emergencia que enfrentó el país en las últimas décadas, producto del poderoso terremoto y el posterior tsunami que sacudieron el territorio el pasado 27 de febrero.


El cambio de rumbo que dictó la catástrofe llevó la imagen de la mandataria saliente a escenarios en los que probablemente hubiera preferido no aparecer: actualizando cifras de muertos, llorando por televisión, convocando a Chile a hacer su aporte solidario para encarar la gigantesca, y costosísima, tarea de asistir a los damnificados.

Dicen que sólo había dormido dos horas cuando el terremoto se hizo sentir, a las 3.34 am. Llegó enseguida a la Oficina Nacional de Emergencias para informarse de boca de los expertos, presidió el primer comité de emergencia y declaró zona de catástrofe en las regiones de Maule y Bío Bío, donde los temblores dejaron una gran cantidad de víctimas y cuantiosos daños materiales.

Michelle Bachelet, presidenta de Chile

Bachelet dejará la presidencia con históricos índices de aceptación.

Sin embargo, la oleada de críticas a su gestión no tardó en llegar.

A los saqueos e incendios que las fuerzas de seguridad no pudieron controlar se sumó la demorada llegada de ayuda a los damnificados, 72 horas después del sismo.

Más tarde, funcionarios de su gobierno reconocieron que una serie de fallas de comunicación con la Armada había frenado una alerta de tsunami que, emitida a tiempo, hubiera salvado cientos de vidas.

Así llegó Bachelet al traspaso de la banda presidencial: un final imprevisto para una gestión que marca el cierre de 20 años de gobierno de la Concertación de centroizquierda y deja en manos del electo Sebastián Piñera y sus fuerzas conservadoras la tarea de poner en pie al país.


Presidenta popular

"Uno toma decisiones y hace las cosas a su manera. Muchos se preguntaron al comienzo de mi mandato: ¿sabe esta mujer lo que está haciendo? Cuando hay algo nuevo, siempre genera suspicacias. Pero la gente se acostumbró y me creyó porque yo gobierno como soy", dijo la mandataria en un diálogo en exclusiva con BBC Mundo, unos días antes de la catástrofe.

...la gente se acostumbró y me creyó porque yo gobierno como soy

Michelle Bachelet

Bachelet, la primera mujer al frente de este país andino, transitó por La Moneda con un índice de popularidad rampante. Tuvo su punto más bajo en 2007, con 35% de aceptación, pero creció hasta alcanzar el histórico 84% en el último tramo de su mandato.

A la hora de evaluar su legado, la misma mandataria tiene su lista de méritos, compartida por observadores y por gran parte de los chilenos: los avances en políticas de género, la mayor participación ciudadana y la expansión del sistema de protección social, tal como expresó en la entrevista con BBC Mundo.

Eso, hasta la irrupción del terremoto, que ha abierto grietas en la política chilena y no ha dejado margen al actual gobierno para recuperarse antes del traspaso.

"La manera como ha actuado la presidenta marca un quiebre en la percepción ciudadana. No cambia quizás inmediatamente la opinión sobre su persona pero sí puede cambiar la lectura que se hará de su legado: en parte, será juzgada por la manera como enfrentó esta catástrofe", opina la analista Marta Lagos, directora de la consultora MORI.

La "verdad" de los números

Michelle Bachelet, presidenta de Chile

La presidenta cuenta con un 96% de índice de "cariño".

En este sentido, las primeras encuestas de opinión tras el terremoto revelan resultados contradictorios.

Un sondeo realizado por Opina y publicado por el periódico El Mercurio, de tinte conservador, señala que la ciudadanía ha reprobado el desempeño del gobierno de Bachelet ante el sismo: 60,4% dice que la reacción fue "tardía e ineficiente" y casi 72% opina que demoró demasiado en restablecer el orden público ante la ola de saqueos registrados en Concepción y otras ciudades sureñas.

En tanto, la consultora Adimark, que semanalmente publica mediciones de opinión pública, marca una tendencia contraria.

"La presidenta Bachelet sale indemne de la hecatombe. En el estudio anterior, finalizado pocos días antes del terremoto, el resultado fue que un 84% de los chilenos aprobaba entonces la gestión de la presidenta. Pasado el terremoto, la aprobación resultó idéntica: 84%", detalló el informe al que tuvo acceso BBC Mundo.

Lo cierto es que ambas encuestas tienen un problema de fondo que resulta clave para lograr un registro ajustado del clima cívico: realizada una en el Gran Santiago y la otra por vía telefónica, dejarían por fuera a muchos de los más perjudicados y, presuntamente, más críticos. Son los pobladores del sur, y muchos que difícilmente puedan ser contactados por vía telefónica en un país cuya infraestructura ha sido severamente dañada.

Según analistas consultados por BBC Mundo, los muestreos opuestos llevan sin embargo a una misma conclusión: quizás sea demasiado pronto para hacer la "evaluación de daños" sobre la figura presidencial.

Críticas

Una de las principales objeciones, que toca de cerca a la mandataria, fue la manera en que se dispuso el operativo militar ante la ola de violencia ciudadana que siguió a la catástrofe.

Para una coalición que luchó contra la dictadura militar, la idea de tener a los militares en la calle no fue fácil

Sergio Bitar, responsable de Obras Públicas

Recién en la noche del domingo, 36 horas después de los temblores y tras confirmar con la TV el estado de caos, Bachelet puso la firma en el decreto que sacó a unos 14.000 efectivos a las calles para recuperar el control.

En las filas de su propio gabinete, la dilación fue objeto de críticas. "Para una coalición que luchó contra la dictadura militar, la idea de tener a los militares en la calle no fue fácil", reconoció el responsable de Obras Públicas, Sergio Bitar.

"Parte de la decisión de no militarizar de inmediato tuvo que ver con cuidar la imagen y dar una sensación de estar en control, y parte con el trauma del pasado que está asociado a las fuerzas y su actuación en la época de (el régimen de facto de Augusto) Pinochet", opina la consultora Lagos.

Los alcaldes y funcionarios de las comunas culparon al gobierno central por no imponer pronto el "estado de catástrofe" y los atemorizados vecinos en varias localidades de Maule y Bío Bío recibieron con aplausos a los soldados. Tanto, que algunos se atreven a hablar de una nueva relación cívico-militar en Chile.

Capital personal

Michelle Bachelet, presidenta de Chile

Expertos indican que la aceptación de Bachelet se debe a sus cualidades personales.

Un dato de la encuesta de Adimark resulta revelador: tras el terremoto, los índices de "cariño" de los chilenos por su presidenta pasaron de 93% a 96%, el punto más alto de su mandato, mientras que la evaluación de su "capacidad para enfrentar situaciones de crisis" se movió en sentido contrario y bajo tres puntos.

Muchos coinciden en que allí reside la capacidad de resistir a los embates que muestra la popularidad de la mandataria saliente: su aceptación, señalan, no pasa por su capacidad de acción sino por sus cualidades personales.

Ello explicaría también por qué esta popularidad, despojada de contenido político, resultó intransferible de la mandataria hacia quien pretendía ser su sucesor, el candidato concertacionista Eduardo Frei, derrotado en segunda vuelta por el conservador Sebastián Piñera.

En este sentido, Bachelet se lleva la popularidad al hombro. Pero, ¿resistirá su legado?

"Hay un trabajo de cuatro años que se va a transformar en el pilar de nuevos procesos, si es que la derecha quiere continuarlos, y eso es indiscutible. El resto, es cuestión de tiempo", opina Rodrigo Álvarez Valdés, de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), ante BBC Mundo.

Cuestión de tiempo. Dirá la historia próxima si el desgaste del aparato político y la catástrofe impensada hicieron mella en la carrera de la presidenta y el rumor, ya sugerido, de intentar una nueva entrada a La Moneda en 2014.

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Divagaciones y Poesia en Destierro

El atardecer tiene fragilidad de espuma entre los dedos

Viene y va el infiel viento, siguiendo la huella de otras primaveras.

¡Como es tu rostro en este crepúsculo dorado?

¿ y tu risa de niña adolescente?

Hace minutos me llamó tu libro desde la mesa, donde todas las noches equilibrio palabras.

Hay palabras y floridos lenguajes entre sus hojas.

Hay lentitud de sueños y pequeñas caravanas de sonrisas, gestos y recuerdos.

Nombres y rostros que con el tiempo perderán persistencia y relieve,

Que dejaran mensaje y poesía como liviana siembra de juventud y belleza.

¿Cómo pondré entre todo ello mi enojosa aspereza?

Donde estará la voz precisa de tu sapiencia y encanto?

¿De donde extraeré el eco necesario para la tarea diaria?

Quisiera detener entre las manos, la arena implacable de las horas y ofrecértela.

¿No sería acaso este mi mejor regalo?

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